lunes, 20 de mayo de 2013

Guerra de divisas - Entrando a terreno desconocido

     El dinero fiduciario tiene su origen en la palabra del latín “fiducia” (confianza). No es más que un simple papel pintado con la cara de un prócer local y números, que otorga al portador cierto poder de compra. El valor real en la economía de ese papel, antes de 1971, estaba dado de la siguiente manera:
 

*35 dólares representaban 1 onza de oro. Es decir que el oro “respaldaba” al dólar.

Todas las monedas del mundo eran convertibles al dólar y sólo este convertible al oro. Ese año Nixon elimina el patrón oro y el dólar pasa a estar respaldado por la confianza (fiducia) de los ciudadanos hacia los gobernantes, nada más. En otras palabras dinero sin respaldo en metales.  El capitalismo real requiere de un dinero sólido en el cual se pueda confiar. Pero éste desapareció en 1971 (fin Bretton Woods) y  todas las monedas se han manipulado sin que hubiera ningún tipo de vestigio de riqueza real. Así la oferta de dinero pudo aumentar mucho más rápido que los bienes y servicios reales, alentando al crédito y aumentando el poder de compra de los consumidores. Es de esta forma que nace la posibilidad de manipular la moneda para ganar competitividad y aumentar las propias reservas internacionales.
Se produce así la contradicción que ningún país quiere ver a su moneda fuerte, por eso la defiende haciéndole perder su valor. 


Que lleva a una moneda a erosionar su valor
Las presiones al tipo de cambio se originan en:
1) Aumento en la cantidad de dinero que circula, sin incremento en la riqueza del país. Cuando esto sucede, el dinero circulante no puede ser respaldado por las reservas y, por lo tanto, disminuye su valor.
2) Por una baja en la demanda de la moneda local. Esto ocurre cuando los consumidores locales se encuentran en una etapa inflacionaria y desean desprenderse de su moneda pues pierden poder de compra si la atesoran. Es lo que se llama velocidad de circulación del dinero (en épocas hiperinflacionarias el ratio es 1 o 2. En períodos con inflaciones anuales que rondan el 20%, el ratio es entre 10 y 15. En períodos prolongados de estabilidad, es 40 o 50).
3) Por un aumento en la demanda de la moneda extranjera.
4) Déficit en la balanza comercial. Esto sucede principalmente cuando se importa más de lo que se exporta.
5) Desconfianza en la economía local o en la estabilidad misma del país. Esta puede ser causada por problemas internos de carácter político o social, guerras, actos de terrorismo, entre otros.
6) Salida de capital extranjero. Esta es una consecuencia directa de la desconfianza: los inversionistas extranjeros prefieren llevar su dinero a países con economías más estables y ven más conveniente prestar su dinero a gobiernos con tasas de interés más elevadas.

Efectos:

•    Pérdida del poder adquisitivo: debido al incremento esperado de los precios en aquellos productos importados o que cuentan con materia prima importada.
•    Mayor escasez de productos: principalmente si se trata de una economía donde hay más importación que producción local.
    Incremento de precios en bienes y servicios: Cómo es el caso de boletos aéreos, telecomunicaciones, servicios de cable, repuestos, equipos tecnológicos, entre otros.  Ese efecto es mayor si no existen políticas de subsidio.
•    Disminución del valor de los ahorros: como consecuencia de la debilidad de la moneda frente a otra.

Que pasó desde 2008 hasta la actualidad

      Luego del crack en ese año en  USA, Obama comienza  rescatar empresas, bancos, aseguradoras y a sus dos principales colocadoras de hipotecas, Freddie Mac y Fannie Mae. Para ello realiza una megaemisión monetaria en la que triplica su circulante en dólares en un período de 3 años (según explica Paul Krugman en su blog en el NYT). Son los famosos QE 1, QE 2, QE 3 y QE4 mediante los cuales inunda el mercado de dólares, baja la tasa a niveles cercanos a 0% y se adentra en territorio desconocido para todos los economistas. Y la han pomposamente denominado “políticas monetarias heterodoxas ultra expansivas para asegurar el cumplimiento de objetivos internos de empleo y crecimiento”

      Esta actitud no hace más que debilitar la moneda norteamericana ante las otras divisas mundiales, exportando el problema, abaratando el acceso al crédito mundial y tentando una nueva burbuja. Promueve así el famoso “carry trade” que consiste en endeudarse en un país con muy baja tasa y colocar los fondos en otros países con tasas más altas forzando a los gobernantes locales a tomar medidas en el asunto tales como bajar las tasas o gravar la entrada de dichos capitales. Es que la capacidad de acceso crediticio mundial obliga a los países a discutir si se restringe la entrada de capitales. 
      En 2010, Brasil no tuvo reparos en introducir impuestos a la entrada de capital para desincentivar las inversiones en cartera, así como a intervenir directamente en los mercados cambiarios para frenar la apreciación del real. Sin embargo, países como Colombia, México y Chile, con gobiernos de centro-derecha, más cercanos a Estados Unidos y menos amigos, por tanto, de instrumentos macroeconómicos heterodoxos como los controles de capital o la compra de divisas, se ven ahora ante un importante dilema.

Que hizo Europa

      Hoy en día vive una de sus crisis más grandes de la historia. Derrumbe de precios, altísimo desempleo, enormes y alarmantes ratios deuda/PBI. El Banco central Europeo comandado por su economía más fuerte, Alemania, se niega a realizar políticas para devaluar su moneda. Fiel a su historia, su mandato nro. 1 es evitar la inflación a toda costa por lo que no ha realizado mega emisiones monetarias. El euro así se presenta como un problema para los países más débiles pues el tener una economía débil con una moneda “cara” es una mezcla poco recomendable. El haber cedido la soberanía monetaria (renunciar a la propia moneda en pos de una comunitaria) les quita una herramienta clave, que es el ajuste del tipo de cambio.
      Se dirá entonces: cómo es posible que países manejen variables tan dispares como PBI, productividades, exportaciones, importaciones, nivel de actividad y empleo, tengan una misma divisa? Sólo puede ser entendida desde el egoísmo alemán que pretende dominar a todo un continente usando su poderío económico y su "chapa" de segundo exportador mundial.
Si los países periféricos no tuviesen la desgracia del euro, ya hubiesen devaluado hace bastante tiempo.

Como llega Japón a formar parte de esta guerra

 
      La mejor evidencia de cómo una moneda fuerte provoca descalabros económicos en un país es el caso de Japòn. El período entre 1971 (fin de patrón oro) y 1994 muestra una importante apreciación del yen contra dólar pasando de 358,44 yen por dólar a 75,72 yenes por dólar en 2011.
 

                                                                                      Palacio Imperial Tokio
     Se decía que el Palacio Imperial de Tokio valía mas que todo el estado de California.  En el periodo 1955-1989 el valor de los bienes inmuebles japoneses se había multiplicado por 75. El valor de las acciones de la bolsa japonesa se multiplicó por 100 en dicho perìodo. En diciembre de 1984 el índice  Nikkei alcanzó los 11.542 puntos. En diciembre de 1989, ya había alcanzado los 38.915 puntos. Tras el estallido de la burbuja, en junio de 1992, el Nikkei había caído hasta los 15.951 puntos.
      Entre principios de 1988 y agosto de 1990 el Banco Central de Japón, ante el riesgo inflacionista de la economía y la depreciación del yen frente al dólar, decidió aumentar el tipo de interés bancario, que pasó del 2,5% al 6%. Los precios de las acciones sufrieron un fuerte descenso (entre enero de 1990 y agosto de 1992 el índice nikkei perdió un 63% de su valor) y los precios de los bienes inmuebles cayeron. Dado que las acciones tenían como garantía los bienes inmuebles, el sistema financiero entró en una grave crisis. Al momento en que la burbuja especulativa estalló se le conoce como colapso de la burbuja
       En el periodo 1955-1972 la economía nipona creció una media del 10% anual. De 1975 a 1990 el crecimiento fue más moderado, pero aun así alto: un 4%. A partir de 1990, el crecimiento se estancó en un 1%.                            Ministro Abe - Japón


      El primer ministro de Japón Shinzo Abe promovió en 2013 un amplio plan de estímulo monetario para reactivar la economía japonesa que no logra levantar cabeza luego de la década perdida. El programa busca inyectar 1.4 billones de dólares en menos de dos años, duplicando así la base monetaria del país y debilitar el yen.

       Los efectos de dicho plan lo vemos reflejado en las noticias del día 16 de mayo de 2013 sobre el resultado del 1er trimestre en Japòn: 
 
"El consumo personal fue realmente sólido y las exportaciones tuvieron un desempeño mejor al esperado. Las ganancias de las acciones y las expectativas de mayores salarios están impulsando al consumo ahora", dijo Hiroaki Muto, economista de Sumitomo Mitsui Asset Management Co. en Tokio. 

 
“El consumo privado, que corresponde a cerca de 60% de la economía, creció 0.9% en línea con las expectativas, en su segundo trimestre consecutivo de expansión, reflejando que el mejor ánimo de los consumidores respaldado en parte por un boyante mercado bursátil."

 
“Las exportaciones superaron las expectativas, ayudadas por el descenso del yen a mínimos de cuatro años y medo frente al dólar, realizando una contribución neta de un 0.4% al PIB, a pesar de los mayores costos de las importaciones generados por la debilidad de la moneda."

  
"Las ganancias de las automotrices se han disparado: Toyota, la mayor de todas, prevé que su beneficio neto aumentará en 40% este año después de aumentar en más del triple el año pasado.”
 
       El yen cayó hasta el nivel recomendado por
Kazumasa Iwata, ex vicegobernador del Banco de Japón, que ahora es presidente del Centro Japonés para la Investigación Económica, (en momentos de redactar esta nota el yen pasó de 85 por dólar a 102 por dólar) y muchos expertos prevén que resbale hasta los 105 o 110 yenes por dólar. Iwata teme que pueda "corregirse en exceso" a 120 yenes.
      Fuera de la industria automotriz, la ambivalencia sobre el yen es aún más fácil de encontrar. La energía importada de la que depende ahora Japón es ahora más cara, un gran problema cuando casi todas las plantas nucleares de Japón permanecen inactivas. La balanza comercial ha caído en déficit y las facturas de electricidad han subido.
 
La furia de los chinos (Japón inició la guerra)

 
      Tras conocerse la medida, el reconocido economista Liu Ligang del Banco ANZ alertó a las autoridades de la entrada de una “nueva ola de capital especulativo a los frágiles mercados financieros chinos”, advirtiendo, a su vez, que la operación de Tokio podría reavivar las operaciones de “carry-trade” (endeudarse a baja tasa en un país y colocarla a tasa mayor en otro)
     “El estímulo monetario impulsado por el BOJ puede ser la perdición para otros países de la región”, denunció el catedrático Li de la Universidad de Tsinghua de Pekín, y antiguo asesor del Banco de China, quien aconsejó a las autoridades “acelerar la liberalización de las cuentas de capital a través de una mayor inversión en mercados de renta variable en el exterior”.                 

                  protesta norteamericana a china en pos de una devaluación del yuan

      Se ha reportado que economistas en China que funcionan como asesores del Banco Central del país están “furiosos” acerca de la decisión y han criticado las acciones del Banco de Japón como iniciadoras de una guerra monetaria. Han exhortado al Banco Popular Chino que tome represalia y disminuya el valor del yuan.
      Liu Ligang, economista del Banco ANZ, considera que la decisión del BOJ es un “chantaje monetario”. Li Daokui, profesor universitario y ex asesor del Banco Popular de China, advirtió que la acción “podría significar la ruina” de otras economías regionales.

 
 Que va a pasar cuando retiren los estímulos según el FMI

 
      El FMI opina en un informe que cuando sean retirados los estímulos, las perdidas mundiales serán severas.
      Después que las tasas de interés fueron rebajadas casi a cero, los banqueros centrales han inyectado billones de dólares, euros y yenes a la economía global a través de campañas para comprar bonos a fin de alentar el crecimiento los economistas de la institución alertan sobre la inflación.
"Una preocupación clave es que se recurre a la política monetaria para hacer demasiado, y que ese espacio que ofrece no es utilizado para dedicarse a las necesarias reformas fiscales, estructurales y del sector financiero", dijo el FMI en el informe.
"Estas reformas son esenciales para asegurar estabilidad macroeconómica y afianzar la recuperación, permitiendo con el tiempo el retiro de las políticas monetarias no convencionales", sostuvo.
      Los críticos de los bancos centrales aseguran que mantener las tasas ultra bajas por más de cuatro años arriesga avivar una inflación futura y una próxima burbuja de activos, mientras que expone a las instituciones a fuertes pérdidas, y el FMI podría hallar evidencia para apoyar los elementos de esa afirmación.

      El FMI detectó que la Fed, el Banco de Japón y el Banco de Inglaterra enfrentarían pérdidas en sus hojas de balance si tuvieran que vender bonos a fin de reducir rápidamente sus hojas de balance, o pagar intereses por excesos de reservas mantenidas por los bancos privados para evitar esta inundación a los mercados de crédito y avivar una burbuja.

Diálogos en Wall Street - Efecto dominó de la guerra de divisas

 
      Tregua en Wall Street después de los comentarios de Bernanke sobre una excesiva efervescencia. ¿Prestarle atención a la admonición de la Fed o montarse en la ola creciente del estímulo? Según Gordon Gekko, ése es el dilema.

Por: José Siaba Serrate para Ambito Financiero
Periodista: ¿Toca un momento de meditación? Ben Bernanke avisó que, ante la caída generalizada de los rendimientos, los mercados financieros pueden estar tomando riesgos excesivos. Wall Street, sin embargo, no acusó recibo.

Gordon Gekko: Es que, por otra parte, los rendimientos se siguen recortando. La última noticia es la rebaja de tasas del Banco de Israel. La apreciación del shekel -casi el 2,5% el último mes y más del 5% en el trimestre en términos reales- fue la razón que dio Stanley Fisher para apurar la reducción de su tasa testigo -un cuarto de punto- al 1,5%.

P.: Literalmente se apuró. No quiso esperar a la próxima reunión de la entidad.
G.G.: Una tasa tan alta como el 1,75% le estaba generando grandes entradas no deseadas de capitales de corto plazo. Además de la rebaja, el banco central anunció que continuará sus intervenciones en el mercado cambiario. Comprará 2.100 millones de dólares de acá a fin de año para mitigar la influencia del "dinero caliente".

P.:Existió una primera ola de estímulo. Decisiones como las del Banco de Japón. O la tímida poda de tasas del BCE. Lo que estamos viendo ahora es el efecto dominó. Las réplicas secundarias. Bancos centrales de los países más diversos -y en todos los continentes- que prefieren "surfear" la corriente y que no les rompa en la cabeza.
G.G.: Pocos lo reconocen tan abiertamente como el Banco de Israel, que cita expresamente la movida del BCE y los distintos programas de relajamiento cuantitativo (QE). Pero la lista de recortes de tasas no previstos es muy larga. Australia, Nueva Zelanda, Polonia, Kenia, India, Sri Lanka, Corea del Sur.
P.: No sé si Bernanke se refería a esta realidad. ¿Todos estos países precisan una política monetaria más laxa? ¿O sólo quieren escaparle a la apreciación de sus monedas? Ahí también estarán fogoneándose excesos.
G.G.: Bernanke habla de los mercados bajo su órbita. Pero es fácil darse cuenta de lo que está pasando en el mundo. Basta con ver un listado de los emisores de deuda más recientes para detectar un giro muy agresivo en la toma de riesgos. Aunque tampoco hay que exagerar. Las variables no terminaron de acomodarse. La tasa larga española, por caso, que llegó a perforar el 4% hacia la baja, y con mucho ahínco, ha vuelto al 4,30%. El banco alemán Commerzbank, que trata de sacar provecho de la situación y anunció una ampliación de su capital, declina hoy el 4,7%. Arrastra de nuevo a todos los bancos de la región. Y si la Fed persiste con un mensaje más áspero, aun sin hacer nada más, limará los picos -la capa de espuma- de las cotizaciones.
P.: Alentará, al menos, la suba del dólar y ya vimos el viernes lo que puede significar. De movida, los rendimientos de los bonos del Tesoro treparon como accionados por un resorte.
G.G.: Entienda lo resbaladizo del terreno. La reunión del G-7, el fin de semana, les concedió un valiosísimo respaldo a las políticas de Abe en Japón. Y ésa es la madre del actual borrego. Es lo que encendió, de abril a esta parte, la euforia que uno advierte. La sensación de rally "inagotable" deriva de allí.
P.: En febrero, el G-7 sorprendió con un comunicado más bien crítico, sutil pero crítico, de las Abenomics. ¿Qué cambió?
G.G.: Europa cambió. En el margen, Japón y Europa son los jugadores que ahora aportan -y prometen- el estímulo incremental. Y, créase o no, EE.UU. es el que peina el freno. Ya no es sólo el ajuste fiscal; Bernanke trae a colación la posibilidad de retocar el QE3. Y con su sola mención el dólar puede escalar y comenzar de hecho a restringir las condiciones de liquidez.
P.: ¿Cuán seria es la advertencia? ¿Cree que en junio la Fed estrenará su estrategia de reducción en grageas del QE3?
G.G.: La palabra es el arma que va a usar Bernanke.
P.: Ya comenzó...

G.G.: Se anticipó a las minutas. Quizás porque cuando se hizo la última reunión, el sesgo era muy amigable. La idea era que tal vez la Fed tuviera que ampliar el QE3 en junio, y no limitarlo. Pero no hubo "sell in May", sino renovado apetito por los activos de riesgo. Y la economía sobrelleva bien su cruz. Y así la preocupación saltó al otro extremo. Esta volatilidad es lo que aconseja hablar, pero no hacer nada. Hay mucha polvareda y lo mejor es dejar que se asiente sola.

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